Cosas duras y cosas verdes

"Y ahora este sitio está lleno:

De noches sin arte
De abrazos vacíos
De hielo en los ojos
De mundos aparte
De cielos caídos"

Eso son cosas duras que describen vuestros amigos Maldita Nerea en "Por el miedo a equivocarnos". Canción que habré escuchado seiscientas veces, pero que por no prestar demasiada atención a un estribillo soberbio en melodía...no me dejo llevar fácilmente por sus palabras. De pensar una noche en sin corazón, sin complicidad y sin una aguja parada en la esfera. De pensar en dos personas piel con piel pero sin corazón, sin complicidad y sin una aguja del reloj parada en la esfera. De pensar en una mirada entre dos con un linea que los une envuelta en escarcha. De pensar en vidas paralelas separadas por un vidrio tintado de diferencias. De pensar en mitos y glorias que se desvanecen. De pensar en todo eso se me pone el vello cara arriba.

Pero también se me pone cara arriba de pensar en una noche de dos cómplices enredados y expuestos en el Museo del Prado. De pensar en la única piel que existe cuando esos cuerpos se funden. De pensar en la incandescencia del aire que envuelve a esos dos sujetos mirándose. De pensar en dos realidades admirándose la una a la otra. De pensar en la mitología eterna cogida de tu mano. De pensar en todo eso también se me pone el vello cara arriba, de pensar en cosas verdes, cosas esperanzadoras como la admiración que dos personas pueden levantarse mutuamente. Detrás de ese gesto natural...la admiración, llevo tiempo pensando que está la clave para evitar lo que vuestros amigos cuentan en su canción.

"
Por todo menos por lo que no se cuenta
esta noche brindo yo
Sentado sólo en esta cubeta
refuerzo razones que sólo sé yo
Pero decido que sin tus quicios
seré más libre para volar
No dudes que dentro de mi alma,
allí te quedarás
"