03 enero 2012

Cuatro labios bailando

"Corrían las trescientas de la mañana y los roces intencionados se atropellaban uno detrás de otro por debajo de las cortinas. El uno fingía dormir mientras intuía al otro hacer lo mismo. Pero el tiempo pasaba muy lento en ese instante y ninguno acertaba realmente el estado vital del otro. Nadie en la sala entendía lo que ocurría, pero tampoco nadie alzó la voz con un: "Venga... seamos serios y adolescentes". Nadie lo hizo, así que la noche cayó en sus párpados plomizos y el hacha de guerra fue enterrada por defunción de un sentir muy querido, la valentía.
Segundos luz más tarde, solo el amanecer, que apenas acertaba a intuirse por la persiana, dejó caer algún gramo que otro de ambición y, tras la estela de unos alientos que creían abrazarse por accidente, aquellos cuatro labios bailaron por primera vez re-descubriendo pasos que, únicamente, creían haber imaginado..."
Otro momento dado



Y como hacía tiempo que no me liaba en momentos dados... ahora saco estas dos imágenes a la luz de dos momentazos de máxima felicidad en los meses pasados. La primera de ellas... de cuando en Julio 2011 de repente pareció que iba a ser arquitecto al cabo de poco, aprobé Proyectos IV gracias a mucha ayuda, y todo era perfecto... La que a continuación se muestra, de cuando en Septiembre 2011 en un viaje cargado de descubrimientos, me encontré a un conejo meando en pleno centro de Madrid. Luego anduvo corriendo detrás de nosotros al menos 13 minutos.



Momentos, momentos... más momentos, que luego es lo que queda ^^


Mi boca - Lantana