Madera en la Costa

Pues como llevo unos días buscando paneles de acabado en madera para la fachada de unas viviendas en un trabajo de una asignatura de la Universidad, no he parado de encontrarme con situaciones maderiles. Lo cierto es que éstas que quería enseñar no son las más maravillosas del mundo, pero me han llamado la atención, cada una de ellas, por algo especial que tienen. Simplemente las dejo aquí para que os enamoréis (si podéis) de su color, geometría, acompañantes de paisaje, espontáneos de la escena... o también, para que lo critiquéis interiormente sin piedad alguna. Yo me quedo con lo que me gusta de cada una de ellas.

Microcostas Vinarós. Ahí tenemos a estas pequeñas islas de madera sobre la piedra, que mojada día sí y día también, la verdad es que las ha aceptado bastante logradamente. Esto en mi jardín no me gustaría tanto.

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Casas sobre pilotes, Nags Head, Norte de California. Ahí están ellas bien plantadas sobre la muy erosionable arena de playa que todos conocemos. No llego a entender como esta situación en concreto se llega a dar. No sería plato de buen gusto tener todas nuestras playas así... pero tener una de ellas poblada de casitas muy americanas calzadas sobre arena y con sacos de arena... es divertido.

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Paseo de San Vicente do Mar, O Grove, Pontevedra. Será porque soy un apasionado de los recorridos y de los caminitos y de la magia de los laberintos, pero veo esto... y me derrito. Debe haber cientos de propuestas más espectaculares, pero en lo sencillo y respetuoso de estos tablones es donde me quedaría. Jo... ¿y quién se resistiría a hacer el amor junto a estas rocas por la noche después de pasear sobre ellos (los tabloncicos)?