[-Lo fusilaron muy cerca de aquí, en el santuario del Collell. -Me miró-. ¿Ha estado usted allí alguna vez? Yo tampoco, pero sé que está junto a Banyoles. Fue al final de la guerra. El 18 de julio le había sorprendido en Madrid, y tuvo que refugiarse en la embajada de Chile, donde pasó más de un año. Hacia finales del treinta y siete escapó de la embajada y salió de Madrid camuflado en un camión, quizá con el propósito de llegar hasta Francia. Sin embargo, lo detuvieron (los republicanos) en Barcelona, y cuando las tropas de Franco llegaban a la ciudad se lo llevaron al Collell, muy cerca de la frontera. Allí lo fusilaron. Fue un fusilamiento en masa, probablemente caótico, porque la guerra ya estaba perdida y los republicanos huían en desbandada por los Pirineos, así que no creo que supieran que estaban fusilando a uno de los fundadores de Falange, amigo personal de José Antonio Primo de Rivera por más señas. Mi padre conservaba en casa la zamarra y el pantalón con que lo fusilaron, me los enseñó muchas veces, a lo mejor todavía andan por ahí; el pantalón estaba agujereado, porque las balas sólo lo rozaron y él aprovechó la confusión del momento para correr a esconderse en el bosque. Desde allí, refugiado en un agujero, oía los ladridos de los perros y los disparos y las voces de los miliciano, que lo buscaban sabiendo que no podían perder mucho tiempo buscándolo, porque los franquistas les pisaban los talones. En algún momento mi padre oyó un ruido de ramas a su espalda, se dio la vuelta y vio a un miliciano que le miraba. Entonces se oyó un grito: "¿Está por ahí?". Mi padre contaba que el miliciano se quedó mirándole unos segundos y que luego, sin dejar de mirarle, gritó: ¡Por aquí no hay nadie!", dio media vuelta y se fue.]
Soldados de Salamina. Javier Cercas
Este fragmento fue el que me llevó a intentar leer este libro, Soldados de Salamina, hace ya siete años. Esta historia me atrajo muchísimo cuando yo todavía empezaba a estudiar mi bachiller. Mi profesora de Lengua y Literatura lo recomendó en clase (relatándonos de forma muy emocionante este fragmento anterior), de la misma manera que un profesor recomienda a sus alumnos que estudien lo que acaban de ver en clase cuando lleguen a casa, con una confianza baja. En cambio yo, no siendo un alumno muy ejemplar ya por aquel entonces, pedí a mis padres que me lo compraran en aquellas Navidades. Con todo mi entusiasmo me dispuse a leerlo, pero no duré mucho más de cincuenta páginas. Creo que mi concentración no estaba muy preparada todavía.
Hoy, años más tarde, he visto la película basada en esta novela. Una novela que atrae al lector o al espectador con esta atractiva historia en torno a Rafael Sánchez Mazas, aquel co-fundador de Falange, escritor, cronista y poeta que vivió una experiencia para relatar. Javier Cercas se adentra en una profunda investigación que le lleva a destapar lo más importante de esta historia. Sánchez Mazas es un personaje digno de conocer, pero más dignos e interesantes son todos y cada uno de los personajes que hicieron posible nacer a esta historia real. ¿Qué es un héroe? La película me dejó un genial sabor de boca. No sé si leer el libro me hubiese causado lo mismo. Será cuestión de gustos en la narrativa sobre cada escritor. A pesar de ello, lo de Javier Cercas es para enmarcar. Mientras él cuente esta historia todos ellos seguirán de algún modo viviendo. Leedlo o vedla... :)
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