El norte

"Paseaba en ciudad ajena, aunque ya pisaba fuerte al caminar sabiendo (o creyendo) que lo de ajena pronto formaría parte del pasado. De repente una avispa (o abeja, llamémoslo insecto alado) revoloteó sobre su cabeza haciéndole dudar sobre su norte por un segundo.
Su mayor preocupación era que toda aquella gente que sitaba el lugar con la cotidianeidad de quien pertenece a su ciudad, no le mirase mientras agitaba sus brazos para espantar aquel alado insecto. Pero fue inetivable. Llevaba un cartel en la frente con un código de barras en colores. De la misma manera fue inevitable encontrarse perdido al terminar su defensa con aquel pequeño insecto. Su norte no había viajado con él a ciudad ajena, así iba a ser difícil encontrarlo."

Otro momento dado

Pues a día de hoy paseando por calles eldenses, mis ganas de llegar a casa eran pocas. Me apetecía mucho pasear entre el frío y la gente. Entre los adornos navideños que esperan ser encendidos y entre las obras que ultiman en el centro de la ciudad. ¿He dicho que me gusta caminar entre el frío también? Pues eso. Abrigadito hasta arriba, he caminado, pero no he podido evitar llegar a casa y seguir con lo pesado de no saber ser quien algún día debo de ser.

Otro momento dado