Mirar de frente un edificio o mirarlo por su lateral cambia mucho la perspectiva de ellos. En muchas ocasiones no tenemos más opción que mirarlos de frente ya que se encuentra angustiosamente limitados en sus costados. En otras nos importa muy poco su lateral y nos quedamos embrujados por su imagen frontal pasando a un segundo plano esas otras fachadas sobrantes pero necesarias para su correcta vida útil.
A mi siempre me han asombrado los edificios estrechos, esbeltos o de fachada mínima. Asombrado quizás sea entregarles demasiado mérito, pero atraído creo que es correcto. Aquí os enseño algunas imágenes que he encontrado en un blog bastante majo. Cuanto menos son muy curiosos. Me hubiese gustado traer una aportación de mi cosecha y cercana. En la Rambla de Alicante hay un ejemplo de estrechez combinada con gran altura...esbeltez. A ver si le echo una magnífica foto con mi móvil.
Los que más me gustan sin duda son estos dos. Los chinorris tenían que tener algo tan guay por narices...¡pero el de Valencia tiene el récord! No termino de preguntarme que pasa al terminar de subir por la escalera...jeje. Espero que esto sólo sea la fachada y con el fondo de edificación le gane un poco más de anchura.
1 certezas:
:) nunca dudes de que te metieron en un molde que ponía "de mayor brillante arquitecto"
Me gusta la entrada! Estrecho de frente eh? Como diríais vosotros: boooo :P
un abrazo pequeño
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