Culpable de su amor decidió escribirle una canción. Nuestro principal quería que le olvidara por no haberle él dado lo que ella se había ganado.
Nunca le supo amar y constantemente se preguntaba qué había hecho mal. Pero tenía asumido que en su ausencia moriría y que, por supuesto, estaría de acuerdo con un juicio eterno.
En sus noches de sudor, soñaba una y otra vez con el corredor de la muerte en que quería caer, depender de un único hilo y así perecer. Deseaba, con todas sus fuerzas ,mirarle a los ojos y verse cayendo. "Por no saberte amar, así me estoy muriendo", decía con los ojos cerrados y la almohada empapada en sudor.
Culpable de su amor decidió escribirle una canción. Fue aquello un duro envite pero ahora ya pasó, y principal y amada por fin tienen otro Dios.
Saben uno y otro que grandes momentos se dieron, aunque siendo conscientes de que mejores son los que vendrán. Saben uno y otro que jamás podrán olvidar...y que se conformarán con poderlos transformar.
Así nuestro principal, con una media sonrisa en los labios, le tiende un sentido "...que rías la que más..."
En sus noches sin sudor, ya no soñaba una y otra vez con el corredor de la muerte en que quería caer, desapareció aquel único hilo del que depender. Deseaba con todas sus fuerzas mirarle a los ojos y verse sonriendo. "Por no saberte amar, así estaba muriendo", decía con los ojos cerrados.
Había sido aquello un duro envite pero ahora ya pasó, y principal y amada por fin tenían otro Dios.
Nunca le supo amar y constantemente se preguntaba qué había hecho mal. Pero tenía asumido que en su ausencia moriría y que, por supuesto, estaría de acuerdo con un juicio eterno.
En sus noches de sudor, soñaba una y otra vez con el corredor de la muerte en que quería caer, depender de un único hilo y así perecer. Deseaba, con todas sus fuerzas ,mirarle a los ojos y verse cayendo. "Por no saberte amar, así me estoy muriendo", decía con los ojos cerrados y la almohada empapada en sudor.
Culpable de su amor decidió escribirle una canción. Fue aquello un duro envite pero ahora ya pasó, y principal y amada por fin tienen otro Dios.
Saben uno y otro que grandes momentos se dieron, aunque siendo conscientes de que mejores son los que vendrán. Saben uno y otro que jamás podrán olvidar...y que se conformarán con poderlos transformar.
Así nuestro principal, con una media sonrisa en los labios, le tiende un sentido "...que rías la que más..."
En sus noches sin sudor, ya no soñaba una y otra vez con el corredor de la muerte en que quería caer, desapareció aquel único hilo del que depender. Deseaba con todas sus fuerzas mirarle a los ojos y verse sonriendo. "Por no saberte amar, así estaba muriendo", decía con los ojos cerrados.
Había sido aquello un duro envite pero ahora ya pasó, y principal y amada por fin tenían otro Dios.
Mayo 2005
1 certezas:
"Por no saberte amar, así estaba muriendo"
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