05 octubre 2011

Atención: Ostia al canto

Ahora que he captado vuestra atención... era mentira, no ha habido tal ostia, ¿alguien me choca? :)

Me siento una vez más con las fuerzas necesarias para dar la bienvenida, nunca mejor dicho, a una nueva temporada [la cuarta ya] de bienvenido a la incertidumbre. Este espacio con apenas impacto territorial pero que ya forma parte de mi. Me gusta esto de numerar las etapas del blog y por ello continúo haciéndolo, no porque lo considere necesario, probablemente, sea una manera de dar pasos y pasos sin dejarlo de lado. 

Este año volverá a ser importante para mi. ¿Qué año deja de serlo? Ninguno... siempre tenemos metas, siempre nos proponemos cosas nuevas. Ahí está el sentido de nuestra ambición y deseo por seguir obteniendo sonrisas y agradables experiencias solitariamente o junto a nuestros seres apreciados. Puedo echar la mirada atrás, de hecho lo he hecho, y comprobar si lo que vine escribiendo en bienvenidas anteriores se ha cumplido. Lo hago, y no sirve de nada, ni me reconforta haber logrado alguna, ni me empuja a sentir tristeza haber fallado en otras. Las metas son para gozarlas mientras se realizan, mientras alcanzas los objetivos, mientras las compartes, no son para maldecirlas cuando no las has superado... en ese caso, solo queda repasar los errores y no cometerlos de nuevo. Con esa mentalidad amanezco estos días. Las metas forman parte del día a día, pero ya no son un fin en sí mismas. Los sueños son de barro, se deshacen con la marea, aunque nadie discute su belleza efímera.

Pasarela doble sobre el cauce del Manzanres, Madrid.
Fotografía: Jorge Álvarez

Si hace un año cambié la imagen de esta estantería de notas virtuales con la excusa de mi habitado verano en mi querida Playa San Juan, este año tendría más razones incluso para hacerlo. Creo que hacía un decenio que no amanecía con tanta asiduidad, en ese olor a pan tostado tan característico de la vivienda vacacional a la que me invitan mis padres cada verano. En esta ocasión considero otra experiencia como límite al periodo de blog anterior. Madrid me abrió las puertas. Más concretamente unos protagonistas únicos que me abrireron sus brazos y casas para enseñarme todo lo que da de si una ciudad como nuestra capital. Una experiencia única, gente nueva estupenda que en un solo día puede te permite ser tú mismo, espacios y lugares muy concretos y singulares, medias borracheras y borracheras enteras por doquier, comida a raudales, caminatas eternas, glamour nocturno, desamores con el famoseo, columpios, margaritas alcohólicas, pizza casera y un sin fin de exactitudes. 
 
He aquí [entiéndase AQUÍ como la parte superior del blog] la imagen que unifica una etapa con la anterior, cruzar la pasarela transversalmente por ese pintoresco caminito[¡vamos ostia puta copón!] a veces es más divertido, sepamos que los ríos siempre lo hacen así. Gracias al Artista Álvarez que consiguió para mi estas imágenes con las que he confeccionado esta humilde, pero cargada de ilusión, cabecera.



Cojo impulso una vez más... ¡y al lío! Vamos ostia puta copón...

1 certezas:

5minutos dijo...

Eres un cielo Fran y seguro que llegas todavía más alto. Siempre serás bienvenido allí donde yo esté y espero que siempre pueda hacer que te sientas arropado y tengamos medias borracheras y borracheras enteras. Yo ahora no puedo ver un puente sin imaginarte dando saltitos probando la estructura jeje de hecho Jorge y yo más de una vez hacemos la broma jeje Te quiero mucho, espero que esta tercera etapa de incertidumbres -con una cabecera premium ^.^- sea muy emocionante y llena de cosas positivas. Un abrazo ¡choca!