04 abril 2011

Sirena de asfalto. Canas y estar del tarro



Si la gente de la Universidad de Alicante y cercanías se va de Paellas, yo me voy de concierto. Sirena de Asfalto tocaba de nuevo en Elda y me dije a última hora que no quería perdérmelo. Los amigos dicen que me apoyaban en la decisión, y allí estuvimos haciendo bulto delante de gente que subida en un escenario hace de ese momento una verdadera magia de la que disfrutar. Será porque empiezo a tener una necesidad imperiosa por subirme como ellos... que me deshago en los conciertos no multitudinarios.

¿Pues no coge el otro día un señor por la calle y me para para preguntarme que si las canas que tengo son de ancianidad o de estrés? ¿Os lo podéis creer? No... ¿verdad? Claro... normal, es que me lo he inventado. Qué guay es inventarse las cosas y luego desmentirlas rápidamente... es como que está mal, pero no, porque rápidamente rectificas. Sí... así soy de tonto amigos y amigas. A lo que iba... mis canas.

Tengo unos ramilletes que a veces en el autobús me los confunden con floras de flor de almendro en primavera. Es una tragedia... mi cabeza siempre ha sido para mi un tema que he cuestionado. Mi pelo rizado primero... indomable.... y ahora canoso. Quien me conoce sabe que exagero mucho las cosas... pero... ¿y lo que mola? Vosotros hacedme caso a mi, que no me habéis visto mucho la cabeza, e imaginad que es como una fregona Vileda recortada, decolorada y reseca. Ui... me he pasado.

Me he planteado muchas veces raparme el cabello... yo es que estoy muy loco, estoy del tarro. Pero nadie me deja, y no pasa nada... son de esos deseos que uno tiene, y no debe hacer por respetar a los que quiere. Arrebatos que te gustaría que ocurrieran. Los arrebatos aportan tanto a uno mismo... que deberían estar presentes todos los días, aunque en ese caso, ya no serían tan novedosos ni aportarían tanto. Así que, dejémoslo en que ocurran de vez en cuando. Locuras, locuras... locuras. Algún día, me raparé mi superficie craneal y todos mis cercanos me mirarán extraño... Mola. Ahora me gustaría saber cual es ese deseo absurdo (como el mío de raparme la cabeza) que no hacéis por no defraudar a gente que tenéis cerquita queriéndoos. ¿Pero sabéis qué? No confío en que me los contéis, mejor pensadlo vosotros un momentito... y dejaros llevar aunque sea por un sábado. Una noche, una mañana... es suficiente para coger la maquinilla y arramblar con lo que haya por delante.

PD: Podéis también seguir a Sirena de Asfalto desde Facebook, son gente muy sana y sentida. Os gustarán.^^


3 certezas:

Olga Hidalgo dijo...

Un viaje inesperado, una visita al garito de tatuajes, una noche no planeada... la sal y el azúcar de la vida.

(mi primer comentario blogguero :P)

Andrusty dijo...

Bueno, tu madre hace unas semanas estuvo a puntito de cumplir ese deseo tuyo con la maquinilla... jajajaja desde el cariño, siempre desde el cariño ;) un besico Isabel

Mi arrebato es comerme a mi pájaro, pero no eh?! que me mirarían mal y además acabaría con su (longeva) vida.

Besotón

FranBlanco dijo...

Olga!
La sal y el azúcar de la vida... qué aburrido todo sin ellas :) MEnos mal que los viajes inesperados no s ebuscan... lelgan solos ^^ Enhorabuena por el pasazo del primer comentario, eh? jeje

Andrusty!
Te acuerdas de mis calvas, eh? que bien te lo pasaste riéndote de ellas, jaja, pero mi madre es sagrada, efectivamente ^^ Oye a Puki m elo como hasta yo, no apsa nada, luego cruzamos a PeriquitoCopón con alguna penca, y seguro que dan un buen fruto para ti... :D Muas!