18 enero 2011

Hubiera preferido invitarles a cenar...

Así se titula la publicación de la editorial Pre-Textos de Arquitectura del arquitecto Elías Torres Tur, más conocido como ET. En ella ET presenta una recopilación de sus obras de diferentes procedencias: artículos, presentaciones, cartas dibujos, col·lages, etc. que reflexionan sobre su particular manera de entender la profesión de arquitecto.

Existe una manera de llamar mi atención en una estantería de libros de una biblioteca, y ésta es una de ellas. Un libro de arquitectura que se llama Hubiera preferido invitarles a cenar... me gusta. Un subtítulo que dice edición al cuidado de Miguel Usandizaga... también me gusta. Y es que la arquitectura es así de cotidiana y familiar. Este señor que dice haber estado al cuidado de la edición del libro, Miguel, propone una vertiginosa introducción a los textos de ET en que nos presenta a este ilustre arquitecto ibicenco con título en Barcelona, de las siguientes formas:


"ET escribe -y proyecta- por acumulación. Procurando utilizar lo menos posible la goma de borrar y, en todo caso, sin usar nunca esa tecla delete de los ordenadores, que odia porque se tragan limpiamente y sin dejar huellas lo que en algún momento ha parecido prescindible. Y si más adelante lo necesitas para algo, ya no está. Desparecido para siempre."

"¡Cuántas veces he oído decir a ET:
¡Más vale que sobre, que no que falte! Y: ¿No es un concurso de ideas? Pues cuantas más ideas, mejor. Y también: No lo tires, espera... Y al descubrir un goterón caído sobre una acuarela a medio pintar: No lo toques, déjalo, ya está hecho, si intentas borrarlo es peor."


Y es así como me cautivan algunos contados libros. Quería también extraeros un pequeño texto del propio ET en que habla de su atracción ante el concepto de la luz cenital:


"Es sabido que si no hubiera atmósfera, el sol brillaría durante el día sobre un fondo negro, como ocurre en la Luna. El interior de un espacio abierto al cielo y situado en la Luna sería negro, si los rayos de sol no entraran directamente en él. Tan sólo en la atmósfera terrestre este interior tendría luz aunque no entrara el sol directamente, por la reflexión de la luz solar en la atmósfera."

"Cuando estamos situados en el espacio de luz de un rayo de sol advertimos su presencia por las mancas luminosas que deposita sobre las superficies de los cuerpos. Se amolda a sus volúmenes como si de un envoltorio luminoso se tratara. Las manchas de sol cenital aparecen siempre en los interiores dejando huellas de luz en movimiento y acentúan su enigmatismo cuanto mayor es la oscuridad y menor la embocadura de la luz."


Hasta aquí el muermo arquitectónico de hoy, me apetecía contar que los títulos de los libros así, son los mejores jamás propuestos. Siempre auguran grandes personajes por descubrir.


PD: Esta semana el recuerdo elegido es Hoy por hoy... hoy², es decir, una verdad como un templo. Espero que os guste disfrutar de este día, que esta noche se marchará y jamás volverá.