11 noviembre 2010

Mi amiga Rnedo

Rnedo nació allí, donde sólo nacen personas especiales. Dejó aquel mundo para acercarse al nuestro, al de los mortales, a este mundo en el que el pecado y el amor viven en muchos casos de la mano. Rnedo era consciente de que su nombre comenzaba con dos consonantes casi impronunciables, pero aun así, se acercaba a todo el mundo:

- Hola, mi nombre es Rnedo, ¿qué tal?
- ¿Rnedo?
- ....

Y de esa manera enamoraba al mundo. Su encanto, su sonrisa, su pelo rizado viajaría por las llanuras vírgenes de especialidad. Enamoraría a todo ser que tratase de convencerla de que allí no encontraría nada que le llenara. Ella estaba convencida de que lo desconocido era suficiente, aquello le enamoraba con esas virtudes que jamás había visto; mundo pasivo, gente sin dones, olor a lo improvisado, defectos a flor de piel.

- ¡Qué emocionante sin duda este mundo y estas gentes! - se decía tras cada esquina girada y cada encuentro personal que tenía.



Tú que tienes estrella

Tú que puedes
Tú... que tienes estrella
Tú que sales ahí con la cabeza bien alta, que resumes tus días en dos momentos. Tú que sabes cómo ser.
Tú... que tienes estrella. Hazlo tú... Rnedo



Turnedo - Iván Ferreiro


Pienso en abrazarte, pienso en ir contigo... y el Doctor me recomienda que no me quite mi abrigo... y yo no puedo negarme.

1 certezas:

Anónimo dijo...

Me gusta el recuerdo de la semana..